Invertir es, de forma resumida, el proceso de comprar activos que aumentan de valor con el tiempo y proporcionan rendimientos en forma de pagos de ingresos o ganancias de capital. En el caso de las inversiones financieras, se refieren a las operaciones que se hacen en valores como acciones, bonos, letras de cambio, depósitos bancarios y otros instrumentos financieros.
Dicho de otro modo, la inversión consiste en el empleo de un excedente de capitales en una actividad económica o financiera determinada, o también en la adquisición de bienes de alto valor, en lugar de aferrase al dinero “líquido”. Esto se realiza con la esperanza de que la retribución sea cuantiosa y el dinero invertido se recupere en un plazo no demasiado extenso.
En primer lugar, las inversiones se clasifican dependiendo del tiempo en que se espera obtener el retorno (rentabilidad). Puede hablarse así de:
- Inversiones temporales. De tipo transitorio, son hechas con el fin último de hacer que los excedentes de capital de la producción ordinaria se vuelvan productivos, en lugar de reposar en una cuenta bancaria. Suelen durar un plazo de un año y suelen realizarse en valores de alta calidad, que puedan venderse fácil rápidamente.
- Inversiones a largo plazo. Se hacen por un período superior al año, sin esperar una retribución inmediata y manteniendo su propietario durante dicho período.
Otra clasificación posible distingue entre inversiones públicas y privadas, de acuerdo con el perfil de la transacción y del sujeto que la realiza. Igualmente, de acuerdo al destino de los fondos (el objeto en el cual se invierte), pueden ser bienes raíces, acciones, bonos o divisa extranjera.
Elementos de una inversión
- Rendimiento: Es la rentabilidad de una inversión. Representa el rendimiento a obtener con respecto a los recursos utilizados. Por lo general, se mide en porcentajes.
- Plazo: Es el tiempo que se desea mantener la inversión. A rasgos generales, existen 2 tiempos: corto plazo y largo plazo. Lo que indica que una inversión puede ser inferior o superior a un año. Sin embargo, este concepto no es fijo, ya que pueden existir más periodos de tiempo, como el medio plazo.
- Liquidez: Es la capacidad que tiene dicha inversión en ser transformada en dinero en efectivo de forma rápida y sin perder valor. Es decir, indica la solvencia que tiene el dueño de una inversión en vender su propiedad a buen precio y de forma rápida.
- Riesgo: Representa la probabilidad de que una inversión salga mal. Esta probabilidad depende en gran medida del rendimiento de una inversión, ya que el riesgo es mayor cuando la rentabilidad también lo es.
Los tipos de inversiones financieras son bastante diversos, e incluso si el inversor ya ha negociado con bonos, no puede invertir en acciones al azar. Analizar la efectividad de las inversiones financieras es la principal forma de comprender si una contribución vale la pena. Veamos a continuación algunas de los principales tipos de inversión financiera:
- Inversiones de renta fija
- Inversiones de renta variable
- Inversión en bolsa de valores
- Inversión en divisas
- Inversión en materias primas
- Inversión en bienes inmobiliarios
Consejos para elegir el producto de inversión adecuado
¿Qué tipo de inversión financiera es mejor? Dependerá de múltiples factores y criterios; el perfil de tu compañía, el riesgo que estés dispuesto a asumir, la rentabilidad que busques, las inversiones en mercados financieros que ya tengas o que domines… Por lo que la ayuda de una asesoría financiera puede ser ideal (y en la mayoría de casos necesaria) para enfocar tu estrategia.